¿Se puede limpiar el aire de Covid?

Lo que podemos hacer para limpiar el aire de Covid-19 desde nuestro sector es filtrar, renovar y prevenir

A pesar de que la campaña de vacunación avanza con ritmo esperanzador, todavía es pronto para celebrar el fin de la pandemia de coronavirus. Por eso, es fundamental que todos nosotros sigamos cumpliendo con nuestras responsabilidades individuales y colectivas en la prevención de contagios. Desde nuestra parcela, cabe preguntarse: ¿es posible limpiar el aire de Covid? 

Desde el principio de la pandemia ha existido la duda (y el temor) de que el coronavirus se estuviera transmitiendo a través del aire. Y, a pesar de que las evidencias científicas no son todavía rotundamente contundentes, sí hay indicadores de que el virus puede quedar suspendido en el aire durante algunas horas. ¿Qué podemos hacer, entonces, para evitar la presencia de Covid en espacios cerrados?

A nivel personal, hay una variedad de medidas que todos podemos adoptar de forma privada para mejorar la calidad del aire, por ejemplo en el entorno doméstico. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a entornos profesionales o espacios públicos, controlar la ventilación de los recintos escapa a nuestro control individual. Por ello es necesario contar con sistemas de climatización profesionales que garanticen una renovación eficaz y adecuada del aire, especialmente en entornos críticos.

¿Cómo limpiamos el aire?

A través de la renovación y la filtración. Los sistemas de climatización profesionales cuentan con ventiladores o UTAs (como llamamos los profesionales a las Unidades de Tratamiento de Aire) para realizar estas tareas. Estos sistemas intercambian el aire de una habitación por aire nuevo de fuera (con una medida que llamamos «caudal»). En el proceso de pasar de un espacio a otro, el aire es filtrado para evitar contaminaciones.

Los estándares de higiene y salubridad del aire no los determinamos sólo los profesionales. También existen una serie de normativas y reglamentos oficiales, actualizados y revisados a lo largo de la pandemia, que determinan cuál es la frecuencia ideal de renovación ideal según el riesgo del espacio.

La normativa RITE es un ejemplo claro. Se trata de la Regulación de Instalaciones Térmicas de Edificios. Según reza el texto: (…)[la RITE] se desarrolló con un enfoque basado en prestaciones u objetivos, es decir, expresando los requisitos que deben satisfacer las instalaciones térmicas (…) Por otra parte, este reglamento ha constituido el marco normativo básico en el que se regulan las exigencias de eficiencia energética y de seguridad que deben cumplir las instalaciones térmicas en los edificios para atender la demanda de bienestar e higiene de las personas.

Mantener la seguridad del aire en hospitales, laboratorios y otros entornos de riesgo

Lo ideal, en entornos de bajo riesgo, es contar con 10 renovaciones a la hora. Es decir, cada seis minutos se debe renovar el aire de una estancia entera. Sin embargo, las diez renovaciones no son suficientes para otro tipo de ambientes donde la actividad humana aumenta el peligro de generar atmósferas insalubres. Aquí es necesario que la depresión de la habitación siempre sea mayor que la del exterior, para poder controlar la dirección del flujo de aire y que no se produzcan filtraciones indeseadas.

En este tipo de espacios, la inversión energética debe ser mayor que en otro tipo de entornos. El motivo es que, cuanto más se renueve el aire, más se iguala la temperatura interior con la exterior. Y, normalmente, los entornos de riesgo requieren unas condiciones específicas no solo de limpieza, sino de temperatura, como es el caso de, por ejemplo, el ala de maternidad de un hospital, que necesitará mayor temperatura que un laboratorio de análisis.

También factoriza la estación del año y la localización del edificio. En zonas que experimentan temperaturas extremas durante verano o invierno, también habrá necesidad de instalar sistemas de climatización, aunque no sean entornos de riesgo: las necesidades de climatización en Málaga en verano o las de San Sebastián en invierno son indiscutibles en cualquier entorno.

¿Existen garantías de un aire limpio de Covid?

Al igual que ocurre con cualquier medida de protección, existen márgenes de riesgo. Sin embargo, las autoridades sanitarias, técnicas y profesionales basan sus recomendaciones en datos y evidencias. Al igual que ocurre con el uso de equipos de protección personal, las medidas de limpieza e higiene, o el distanciamiento social, controlar la calidad del aire aumenta nuestra seguridad y la de todos los que están a nuestro alrededor.

Cuando una persona infectada libera accidentalmente al aire partículas provenientes de su sistema respiratorio conocidas como aerosoles, puede que el virus vaya transportado en ellas. A pesar de que, como hemos dicho, la evidencia científica respecto a este riesgo todavía no es contundente, la opción más segura es limpiar, renovar y filtrar el aire con frecuencia para librarnos de dichos aerosoles y todos los patógenos que pudieran transportar.

La esperanza de que dentro de poco podamos librarnos colectivamente de estas preocupaciones es algo que todos aguardamos con impaciencia. Sin embargo, siempre habrá entornos en los que estas medidas extra de precaución serán necesarias.

La pandemia de coronavirus ha puesto por primera vez desde hace años el foco en la calidad del aire que respiramos, y, en respuesta, debemos contar con los mejores servicios de climatización. Para asegurarte la máxima calidad en el aire que respiras en casa o en el trabajo, cuenta con Anelair.